Introducción

Un pájaro de aire, la formación de los bibliotecarios y la lectura en la primera infancia es el libro seleccionado para la realización de una reseña, elegido por la forma en que aborda la importancia de la lectura en los primeros años de vida.

Texto escrito por la argentina María Emilia López, quien es pedagoga, escritora y especialista en edades tempranas y literatura infantil; investigadora en temas sobre arte y lectura en la primera infancia, es coautora del vigente Programa Aprendizajes Clave para la Educación integral para los niños y niñas de 0 a 3 años, “Educación inicial: un buen comienzo”, publicado en el 2017 por la Secretaría de Educación Pública.

Su pasión por la lectura y los niños y niñas pequeñas, así como su amplio bagaje cultural, le ha brindado la oportunidad de participar como asesora en diversos programas de política pública dirigidos a la primera infancia y a la gestión de la cultura no solo en nuestro país sino también en Colombia y Brasil; además de ser codirectora de colecciones de libros infantiles para diversas editoriales.

Esta obra literaria remite a los lectores a diversos fragmentos de escritores como Federico García Lorca, Emily Dickinson, Marina Colasanti y otros, con los cuales la autora aproxima al lector hacia una nueva idea o al inicio de otro capítulo, al mismo tiempo que permite el acercamiento a las ideas de diversos autores para fundamentar los hallazgos en torno a la lectura en edades tempranas.

Un libro construido a través de las producciones y pequeños relatos extraídos de las bitácoras de bibliotecarios que tuvieron la experiencia de participar a lo largo de cuatro años (2011-2014) en un proyecto colombiano. Dicho proyecto se llevó a cabo por medio de un seminario en el cual, a través de una metodología expositiva, los especialistas compartían conceptos básicos necesarios para la construcción de una nueva forma de ver y entender no solo las capacidades, necesidades e intereses de los niños, sino la forma de relacionarse con la literatura, con los bebés y sus familias a través del establecimiento de vínculos afectivos.

Posteriormente los bibliotecarios trabajaron en modalidad de taller, donde tuvieron la oportunidad de diseñar estrategias y elaborar un proyecto de promoción de la lectura para poner en marcha con bebés y niños de cero a seis años en cada una de las bibliotecas de donde procedían, realizando registros sobre el proceso de implementación, mismos que fueron analizados por los coordinadores a fin de ofrecerles retroalimentación encaminada a enriquecer las intervenciones con los bebés y sus familias.

La lectura en la primera infancia

El propósito de esta reseña es revisar el contenido del libro y, juntos, descubrir el gran valor que tiene el acercamiento a la lectura en la primera infancia; identificar a través de su narrativa algunos de los objetivos que la autora se planteó, los cuales tienen que ver con que los bebés se sumerjan en el enriquecido mundo de la lectura desde su nacimiento, que las familias incorporen la visita a las bibliotecas como una práctica cultural que garantice el derecho de los niños y niñas al acercamiento no solo a los actos de lectura sino a diversas experiencias artísticas a través del fortalecimiento de vínculos afectivos de los cuales los bibliotecarios se conviertan en mediadores orientando a otros en la creación de entornos culturales y democratizadores al emprender acciones en que todos los niños puedan estar en contacto con los libros, tanto en los recintos bibliotecarios como en la comodidad de sus hogares (López, 2018).

Su contenido nos invita a pensar en el gozo que la literatura, los cantos infantiles o canciones de cuna, la poesía y la palabra misma, aportan a la vida de los pequeños no solo en cuestión de aprendizajes o como un medio para conocer el mundo e introducir a los sujetos a la cultura, sino por cuestiones más profundas. Ortiz-Salazar y Peña (2019) señalan: “No es un simple ejercicio de trasmisión de conocimientos. Va mucho más allá, es la constitución de sujetos autónomos capaces de actuar como ciudadanos… desarrollar una actitud crítica es una actividad que debe ir formándose desde temprana edad” (p. 113).

Una temática de relevancia actual, pues permite identificar la importancia que tienen esos acercamientos literarios en el desarrollo integral de los más pequeños a través de los adultos acompañantes o cuidadores primarios (mamá, papá, puericultistas, etc.), quienes asumen el rol de mediadores de lectura.

Antes de proseguir con la reseña de este libro considero necesario hacer una pausa para conceptualizar el término de mediación. De acuerdo con el diccionario etimologías.dechile.net, “la palabra ‘mediación’ viene del latín mediatio y significa «acción y efecto de ponerse al medio de un pleito para tratar de arreglarlo, tratar de encontrar un punto medio que puede ser aceptado por ambas partes del conflicto»”; la figura del mediador la asume aquella persona que interviene entre dos o más individuos inconformes a fin de llegar a la solución de problemas y conflictos. En cambio, al hablar de la mediación en la lectura el significado cambia por completo, pues de acuerdo con Cerrillo (2010), el mediador seria “el puente o enlace entre los libros y esos primeros lectores, que propicia y facilita el diálogo entre ambos” (p. 3).

Al reflexionar sobre ambas definiciones se puede llegar a encontrar cierta semejanza, pues el mediador de lectura es un puente, por lo tanto es aquella persona que llega a emprender acciones para ponerse en medio, pero (en este caso) no de rivales, sino entre un sujeto y un elemento como pudiera ser el juego, la literatura, la música, el arte u otros, con la intención de unirlos, de aproximarlos, de propiciar un acercamiento, una interacción, un diálogo y, hasta cierto punto, un disfrute.

Un mediador de lectura es, entonces, una persona que incide en el aprendizaje y en el desarrollo cognitivo de los niños y niñas a través de los libros y su voz, que deja huellas en su ser, las cuales permanecen a lo largo de la vida al ofrecer experiencias enriquecidas, tal como lo señalan Mustard, Young y Manrique (2003):

Las experiencias a las que se ve expuesto el recién nacido influyen directamente sobre el desarrollo cerebral, viéndose que las experiencias no estimulantes y pobres del medio ambiente durante la temprana infancia pueden llevar tanto a un Coeficiente Intelectual (CI) menor, a habilidades verbales y matemáticas pobres, a conductas antisociales, así como a problemas físicos y mentales en la vida adulta [p. 85].

Precisamente la misión del mediador es dejar marcada la vida de los infantes interlocutores que transitan entre el puente que él representa, hasta llegar al maravilloso mundo de lo literario a través de la voz que les narra, de la escucha de las palabras producto de los párrafos que les lee, de la mirada de las imágenes que logran observar, del contacto con las pastas y las hojas del libro, y de todas aquellas experiencias que les provoca este tipo de acercamiento con la lectura.

Este relato literario ofrece la oportunidad de reflexionar sobre aspectos diversos a aquellas personas que se dedican a la atención, cuidado y formación de la primera infancia, y para quienes se están estrenando como padres y madres y quieren aprender sobre cómo ofrecer experiencias significativas y gratificantes que les brinden a sus hijos una infancia llena de magia, de fantasía, de juego, de deleite, de placer, de aprendizajes y de encuentros amorosos a través de diversas obras literarias.

Es un libro que invita a ver con otros ojos, a cambiar el enfoque, a mirar de forma diferente las relaciones que establecen los niños con la lectura; cuyo contenido contagia, despierta el asombro y la curiosidad por la primera infancia y sus primeros encuentros con la literatura y brinda la posibilidad de reflexionar sobre la necesidad de que todo niño y niña pequeña tenga a su lado un mediador acompañante que los involucre y les brinde la oportunidad de acercarse e interactuar con diversos materiales escritos, acervos bibliográficos novedosos, de buena calidad y variedad estética (López, 2018).

Un texto que permite reconocer que en ocasiones son los mismos bibliotecarios o incluso los docentes de educación inicial quienes llegan a asumir esa responsabilidad, pues la gran mayoría de los padres y madres de familia primerizos desconocen cómo hacerlo, de ahí la importancia de que los mediadores que conocen los beneficios que la lectura a temprana edad aporta en la vida psíquica, cognitiva, afectiva y lúdica de los niños se conviertan en ese puente, no solo entre los menores y los libros sino entre los padres de familia y esos conocimientos, experiencias y oportunidades que pueden ofrecer a la vida de sus hijos e hijas desde el momento mismo de su nacimiento.

Este libro es ampliamente recomendado por diversos motivos. Primeramente por la forma en la que se encuentra escrito, pues permite percibir aquellas situaciones que los bibliotecarios viven en su tarea como mediadores de lectura, los procesos por lo que los bebés y niños pequeños van transitando durante su acercamiento a la diversidad de libros a los que tienen acceso, pero, sobre todo, porque dichos hallazgos son contrastados con las aportaciones de autores como el psicoanalista inglés Donald Winnicott, que aborda la teoría del desarrollo emocional del individuo; la escritora especialista en literatura infantil Graciela Montes; la doctora y psicoanalista Marie Bonaffé, fundadora de ACCES (Acciones Culturales Contra la Segregación y la Exclusión), un organismo pionero en el acercamiento a los libros en la primera infancia; Giani Rodari, pedagogo y escritor reconocido por la publicación de Gramática de la fantasía, donde el autor expone diversas técnicas para despertar y estimular la fantasía; la antropóloga Michele Petit, cuyas investigaciones se centran en la lectura y su función en la construcción o reconstrucción de la identidad principalmente, así como los espacios de lectura, y Daniel Stern, por citar a algunos, cuyas aportaciones también sirven de fundamento para el programa de “Educación inicial: un buen comienzo”, pues todos coinciden en la necesidad de contar con adultos disponibles física y psíquicamente para dotar de seguridad y afecto en el proceso de desarrollo a los bebés y niños pequeños (SEP, 2017).

La escritora de este libro se apoya precisamente en las aportaciones de estos autores para realizar la fundamentación sobre la importancia que tiene la lectura en los primeros años de vida, lo cual se considera valioso para docentes o cualquier otro personal que labore en el ámbito educativo, especialmente en educación inicial (atendiendo a niños y niñas en salas de lactantes y maternales) y en educación preescolar, es decir, cuya intervención sea directamente con menores de cero a seis años, aunque no exclusivamente.

La lectura es un hábito que puede mejorar las condiciones sociales y humanas de cualquier lector; leer permite al lector pensar de manera reflexiva, expandir su manera de percibir la vida, romper ataduras, liberarse; la lectura será entonces la llave que brinda acceso a la información, la cultura, al mundo de la imaginación y la fantasía.

El pedagogo Gianni Rodari (citado en SEP, 2017) señala: “Hay dos clases de niños que leen: los que lo hacen para la escuela, porque leer es su ejercicio, su deber, su trabajo, y los que leen para ellos mismos, por gusto, para satisfacer una necesidad personal” (p. 141).

Este libro puede ser de utilidad para cualquier especialista en educación interesado en mejorar los resultados de México en la prueba estandarizada PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes) que realiza la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), para medir los conocimientos y habilidades de estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias, pues a través de él puede encontrar indicios que lo lleven a proponer acciones de política pública enfocados en edades tempranas. Al revisar los resultados de PISA 2018, los estudiantes mexicanos obtuvieron un puntaje por debajo del promedio OCDE en lectura, matemáticas y ciencias.

Durante el mes de febrero del 2021 el INEGI, a través del Módulo de Lectura (MOLEC) (INEGI, 2021), realizó una encuesta con un esquema de muestreo probabilístico, estratificado y por conglomerados cuyo propósito fue obtener información sobre el comportamiento lector de la población mexicana mayor de edad, para poder obtener información que permita la toma de decisiones a fin de fomentar el hábito de la lectura, detectando lo siguiente:

El porcentaje de la población de 18 y más años de edad alfabeta que lee algún material considerado por MOLEC (que son libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de internet, foros o blogs) ha disminuido anualmente de acuerdo con los resultados obtenidos del 2016 al 2021.

Respecto a lo anterior se puede señalar que durante el análisis de los registros realizados por los bibliotecarios así como en el desarrollo del taller, la escritora encontró diversas percepciones sobre la lectura muy alejadas al placer y disfrute, pues estas se centraron en pensar que los niños y adultos generalmente lo hacen por cumplir con un deber o una obligación, es decir, para obtener información útil, para conocer o indagar sobre un tema específico solicitado por un tercero (docentes o padres de familia), dejando de lado la lectura por curiosidad o necesidad personal, es decir, por el simple hecho del placer que produce el acercamiento a la literatura. Ospina señala:

El peor camino para iniciar a alguien en la lectura es el camino del deber. Cuando un libro se convierte en una obligación o en un castigo, ya se ha creado entre él y el lector una barrera que puede durar para siempre. A los libros se llega por el camino de la tentación, por el camino de la seducción, por el camino de la libertad, y si no hemos logrado contagiar generosamente nuestro propio deleite con la lectura, será vano que pretendamos crear un lector por la vía de forzarlo a leer […] El desafío está en iniciar a alguien en una vida para la cual los libros sean luz y compañía, tenga la frecuencia de un alimento y la confianza de una amistad [Ospina, 2006, citado en López, 2018, p. 83].

Esta cita permite reflexionar sobre la forma en la que todo adulto debe de intervenir para promover el acercamiento hacia los libros a los bebés y niños pequeños, pues este debe de hacerse siempre a través de su ejemplo, al manifestar a otros el placer, el gusto, el disfrute que un texto le genera, pero sobre todo ofrecer esas experiencias lectoras de una manera natural, lúdica, libre, y olvidar en todo momento la tentación de controlar, de imponer; pues tan importante es ofrecer buenos acervos bibliográficos como las buenas intervenciones, tal como lo refiere Bonnafé (2008): “el libro es una magnífica herramienta para facilitar las relaciones, favorece la transmisión cultural entre padres e hijos y constituye un apoyo de calidad para la integración”; en cambio, desde el punto de vista afectivo, la lectura es un medio que permite establecer vínculos de apego seguro, que incentivan de manera poderosa la afectividad.

Conclusión

Se puede concluir que la lectura a edades tempranas aporta grandes beneficios, no solo a nivel cognitivo, también en el desarrollo de un psiquismo sano. De ahí la importancia de empezar cuanto a antes a garantizar el derecho que tiene todo pequeño a que se le proporcionen oportunidades enriquecidas de acercamiento a la lectura a través de una adecuada mediación, que le permita hacer uso de los diez derechos del lector que Daniel Pennac propone; es importante no olvidar que la manera en que los bebés se aproximan a la lectura es a través de la voz cálida de su madre o de un cuidador primario, quien muestra disposición para acompañarlo y atender a sus necesidades, a sus demandas o solicitudes, a sus intereses, pero, sobre todo, brinda la oportunidad de que sean los propios niños quienes se aproximen y apropien de los libros a través del placer que los textos despiertan como uno de sus primeros juguetes.

Mustard, Young y Manrique (2003) señalan: “No podemos permitirnos posponer la inversión en los niños hasta que sean adultos, tampoco podemos esperar a que entren a la educación primaria, un momento que puede resultar ya muy tarde para intervenir”.

Debemos actuar cuanto antes para contribuir en mejorar los resultados en cuanto a la habilidad lectora de nuestro país, despertar el gusto por los libros ayuda a contribuir indirectamente en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de la Agenda 2030, el cual se plantea “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover las oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”; debido a que si la lectura de calidad se vuelve parte de nuestros hábitos el nivel cultural en México subiría. Tal como lo afirmó Confucio: “El éxito depende de la preparación previa, sin la preparación no habrá éxito”.

Referencias

Bonnafé, M. (2008). Los libros, eso es bueno para los bebés. Océano Travesía.

Cantero, F. (2002). Oír para leer: la formación del mediador fónico en la lectura. Recuperado de: http://appuifle.net/formation/article_cadre_01_Cantero.pdf.

CEPAL [Comisión Económica para América Latina y el Caribe] (2019). La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una oportunidad para América Latina y el Caribe. Objetivos, metas e indicadores mundiales. Recuperado de: https://repositorio.cepal.org/handle/11362/40155.

Cerrillo, P. (2010). Sociedad y lectura. La importancia de los mediadores en lectura. Recuperado de: https://blog.uclm.es/pedrocesarcerrillo/files/2017/03/MEDIADORES.Lisboa2009.pdf.

etimologías.dechile.net (2021). Mediación. Recuperado de: http://etimologias.dechile.net/?mediacio.n#:~:text=La%20palabra%20%22mediaci%C3%B3n%22%20viene%20del,por%20ambas%20partes%20del%20conflicto%22.

INEGI [Instituto Nacional de Estadística y Geografía] (2021). Módulo sobre lectura MOLEC. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/molec/doc/resultados_molec_feb21.pdf.

López, M. E. (2018). Un pájaro de aire. La formación de los bibliotecarios y la lectura en la primera infancia. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Mustard, F., Young, M., y Manrique, M. (2003). ¿Qué es el desarrollo infantil. Primera infancia y desarrollo: El desafío de la década.

OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] (2019). Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA). PISA 2018 Resultados. Recuperado de: https://www.oecd.org/pisa/publications/PISA2018_CN_MEX_Spanish.pdf.

Ortiz-Salazar, M. A., y Peña Castaño, J. M. (2019). La lectura en la infancia y niñez: incidencia en la construcción del sujeto lector. Sophia, 15(2), 111-117. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/pdf/sph/v15n2/1794-8932-sph-15-02-00111.pdf.

SEP [Secretaría de Educación Pública] (2017). Educación inicial: un buen comienzo. Programa para la educación de niños y niñas de 0 a 3 años. México: SEP.

Notas de autor